martes, 24 de marzo de 2009

la fusion del unicornio

martes, 24 de marzo de 2009

Sola, sentada en una roca junto al pequeño rió del pueblo, observando la nada, Sonia, soñaba con miles de historias, dragones escupiendo bolas de fuego, príncipes emprendiendo peligrosas y emocionantes aventuras y princesas esperando a ser salvadas. ¡ que triste estaba!, es que este pueblo es tan aburrido, no ocurre nada interesante, siempre se hace lo mismo, sin cambios- pensaba Sonia. Siempre después de la monótona jornada de colegio iba al rió a observar los peces, sus colores brillantes, sus movimientos, esos cambios que realizan sin sentido pero que los hacen aun mas bellos, pero lo que mas le gusta de ellos son las diferencias que les caracterizan, aun comparando todos los peces del mundo, no habría ninguno igual, algo, un pequeño detalle casi imperceptible, les haría únicos. Mientras miraba hacia el río embelesada, un reflejo nuevo, que nunca antes había visto apareció en el río, poco a poco, mas por curiosidad que por miedo, levantó la cabeza y quedó alucinada. Era lo mas bonito que jamás había visto, un caballo, no muy grande, pero tampoco pequeño, con un pelaje reluciente, que fusionado con los rayos de sol, mientras galopaba, se confundiría con un destello dorado, una estrella, aquí, a ras del suelo. Pero había algo que le hacía único, de su frente nacía, un cuerno plateado, que al ir por delante del cuerpo, parecía que le guiaba hacía donde el deseaba. ¡era un unicornio! Lo sabía, lo había visto en un libro de animales fantásticos, pero jamás había pensado que pudieran existir, ¡era alucinante! Sin miedo lo acaricio,¡era como tocar la fina seda, era tan suave!. Luego se montó en él, de un solo salto y a galope, como si fueran un único ser, recorrieron todo el sendero que acompañaba al río. Una hora, quizá mas, quien sabe, estuvieron juntos, porque el tiempo no existía, solo estaba el unicornio y Sonia¡ era genial!. Pero cuando bajó de él para dejarle que bebiera del río sin peso ajeno que le molestara, el unicornio, como si fuera perseguido por algo que Sonia no lograba percibir hecho a correr y a correr hacía el bosque y, mientras ella intentaba alcanzarle, aunque era claramente imposible, tropezó. No sabía cuanto tiempo había pasado, pero al levantarse del suelo, no estaba donde había caído, sino al lado de el río donde antes observaba los peces, era increíble,¡se había quedado dormida!, no, era imposible que fuera solo un sueño, le había parecido tan real, pero al intentar ponerse de pie, vio una huella, ¡una huella de unicornio!, en realidad, podría ser de un caballo pero, ella sabía que no, esa huella era de su unicornio ¡que feliz estaba! Un sueño o no, imaginado o real, el hermoso unicornio, ya era parte de su vida, un pequeño recuerdo irrepetible, que, sin duda, haría de sus tardes aburridas, divertidas aventuras, soñando, imaginando, viviendo. Ella, era una niña de 12 años y sabía que pronto se haría mujer y aunque esa idea le gustaba, quería vivir el presente, el día a día, con sus cambios, sus sueños y esperaba volver a repetir el más hermoso de todos ellos, su fusión con el unicornio y la próxima vez, esperaba que se quedará con ella más tiempo, aunque sabía que era un ser libre, tan libre que nada ni nadie, por muchos años que pasaran lograría cortarle las alas, por que al fin y al cabo era un ser único y era justo que igual que ha formado parte de su presente, cómo seguramente, habrá formado parte del pasado de alguna mujer ya formada, que también a sido niña, forme parte del futuro de otra niña, que necesita una pequeña ayuda, para volver a creer en los sueños, por que todo se consigue con la imaginación y con la imaginación todo es sueñO.

1 comentario:

  1. ARANTXA TIENES CABEZA Y EMPUJE.

    ADELANTE.

    MARÌA ÀNGELES

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